Soy Ángel López y este es tu blog y mi blog. Exacto. Es tu blog porque en él hablaré de ti y de cómo puedes alcanzar tu mejor versión. Y es mi blog porque os contaré muuuuchas cosas relacionadas con mi trabajo y mi pasión: el coaching, la transformación, el cambio y la plenitud. Pero empezaré por el principio, como si no nos conociéramos. Lo primero que me gustaría es daros la bienvenida explicando algo más de mí. Soy un entusiasta del ser humano. Nací con una pasión especial y la cultivo todos los días: tengo la magnífica obsesión de sacar el lado positivo de la vida de las personas que hay a mi alrededor. Sacar la mejor versión de nosotros mismos a través de grandes dosis de optimismo y vitalidad. Y a eso me dedico.
Todo esto empezó a cultivarse desde que era muy pequeño. Ya desde niño había algo que me fascinaba e inquietaba a partes iguales: la observación de los factores que diferenciaban a las personas de éxito de aquellas que aún poniendo esfuerzo y voluntad no obtenían el resultado deseado. Pasaron los años y me formé con decisión en el ámbito sanitario. Estuve trabajando unos 10 años de enfermero; también en centros psiquiátricos; en hospitales y en Urgencias de hospitales. Precisamente en Urgencias se viven experiencias muy potentes. Experimentar cómo en 3 minutos podemos salvar una vida o perderla no te deja indiferente. De todos aquellos años, aprendí a trabajar en equipo y a saber cuáles son las necesidades humanas, y qué es lo que tenemos en común todas las personas. ¿Sabéis lo que es? Es esa forma que tenemos de sentir y esas emociones que nos lideran en situaciones extremas. Por eso, en paralelo a aquellas horas hablando y compartiendo momentos de gran intensidad con enfermos, con personas mayores, etc., descubrí que todas las mentes tienes un anhelo profundo de crecimiento, sin embargo, no se activan por que no encuentran un motivo lo suficientemente poderoso para ponerse en marcha. La señal era clara.
Actualmente, me encanta trabajar para devolver a las personas a ese lugar y estado de confianza que tenemos todos en nuestro interior y, sobre todo, hacer que eso sea visible en el exterior durante el máximo tiempo posible de nuestra vida. ¡No debemos esperar a que sea tarde! Podría decir de hecho que mi máxima responsabilidad es mi hobby: hacer que las personas que voy encontrando en mi camino -y que en su camino se encuentran conmigo- alineen su éxito, su yo, con su propósito de vida, con sus ganas de vivir.
La verdad es que soy muy afortunado y cada paso que soy, esa fortuna se va expandiendo más y más. ¿Cómo es posible? Porque el propósito es la verdadera esencia del motor de vida: lo que nos arranca y nos hace funcionar. Aquello que hace que nos levantemos con energía y demos lo mejor de nosotros mismos. Y lo mejor es que no hay ningún secreto ni fórmula mágica: todo es ejercicio, ejercicio y entrenamiento. Debemos entrenar cuerpo y mente y alinearlos en una ecuación única: nuestra vida. Y esto sólo acaba de empezar…